Clima agrícola: humedad favorable y temperaturas, la clave para el maíz temprano

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Las aguas del Pacifico ecuatorial central no presentan anomalías de ningún tipo y los modelos de pronóstico no muestran cambios de esta posición para el resto del año. Como se viene mostrando en los últimos meses, la tendencia al regreso hacia aguas más frías se perfila con mayor probabilidad, pero a esta altura del año, este elemento, es un argumento muy pobre como para establecer riesgos deficitarios en términos pluviales para el desarrollo de la primavera, incluso del semestre cálido.

El análisis del principal forzante de escala planetaria queda altamente definido para el resto de la campaña. Puede haber momentos hacia el final de año, donde el agua fría se reorganice y en términos oceanográficos sea representativo e incluso vuelva a desplegarse el color azul típico del enfriamiento. La respuesta atmosférica es lenta. La persistencia del enfriamiento debe ser extendida y relativamente intensa. Desde nuestro punto de vista no es razonable establecer para esta campaña un escenario de riesgo basado en esta conjetura. Como venimos hablando en informes previos, seguimos claramente influenciados por la circulación de escala regional, la cual ha tenido suficiente eficiencia como para definir claras anomalías, tanto térmicas como pluviales.

No hay en estas fechas otros indicadores de escala planetaria con incidencia en las áreas agrícolas principales del país. El desplazamiento de la zona de convergencia intertropical (ZCI), comienza a ser representativo recién avanzada la primavera y el grado de afectación por lo general es mayor en áreas tropicales, aunque suele ser importante para el litoral. Por lo pronto es una dinámica que esta fuera de escena y no tendrá importancia para el desarrollo de la primavera.

A lo largo del mes de julio hemos notado las diversas consecuencias de la persistente circulación de aire del noreste sobre la región pampeana. Si bien esta no es una circulación ajena a la época, su persistencia si lo es. Las mezclas de masas de aire con carga de humedad inusual y aire más frío con esporádicas irrupciones de aire frío, dejan un ambiente que permanentemente queda al borde de la saturación. Por eso vimos un mes donde la generación de nubes bajas y distintos fenómenos de condensación fue muy frecuente. Eventualmente aparecieron algunas ondas potentes que dejaron una descarga pluvial significativa, primero sobre BA y luego en los últimos días en las provincias del centro.

La clave para los próximos meses será monitorear si esta circulación de aire no se modifica. En principio el mes de agosto comienza con una ligera interrupción pero luego vuelve a mostrar una situación que se parece a lo que vimos durante el mes de julio. A medida que el aire se va calentando con la muy pobre mezcla de aire frío, seguramente veremos una ambiente con menor nivel de saturación, sin embargo es difícil esperar un cambio significativo en el patrón pluvial sobre todo en las provincias del centro y el norte del país. Esto es deberíamos mantenernos dentro de una oferta normal o por encima de los valores normales. Más oscilaciones pueden darse en la oferta de agua sobre el sur de la región pampeana.

Agosto todavía es un mes donde las masas de aire polar tienen acceso a la región pampeana, al menos en términos estadísticos. Por lo pronto, solo hemos visto solo una irrupción de aire polar de importancia y con recirculación que se extendió por dos semanas, con el apogeo de frio en la transición junio-julio. Es probable que aquel haya sido el núcleo del rigor invernal. No obstante esto aún pueden darse condiciones para que se observen heladas en el mes de agosto en las provincias del centro, pero será difícil que los enfriamientos de riesgo se presenten en forma tardía si seguimos viendo una circulación con periodos cortos de persistencia de viento sur sudoeste.

Dada que las condiciones de humedad son muy favorables, gran parte de las áreas con potencial para hacer maíz temprano, tendrán en las temperaturas el factor que definirá el avance de esta actividad. Es decir, sin restricciones hídricas, las condiciones térmicas deberán monitorearse con los pronósticos dentro de la semana o los diez días para verificar el riesgo o no de irrupciones de aire frío potentes. Por lo demás es una campaña gruesa que iniciara las siembras bajo condiciones mucho mejores que el año pasado. (fuente Agrositio)

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