En el marco de la XXXIII edición del Congreso Aapresid, que se desarrollará del 6 al 8 de agosto en el predio ferial de La Rural de Buenos Aires, Bunge será una de las empresas protagonistas con la presentación del Programa Bunge: Cover Crops destinados a biocombustibles. La iniciativa apunta a fortalecer los sistemas de producción sustentable y descarbonización a través de cultivos invernales que no solo aportan a la rotación agrícola, sino que también generan aceites de bajo impacto ambiental para la industria de energías limpias.
Este año, el Congreso Aapresid, con la fuerza de Expoagro, volverá a reunir a productores, técnicos, empresas e instituciones en un espacio consolidado como referencia global en tecnología, conocimiento y estrategias de agricultura regenerativa. Dentro de ese escenario, Bunge propondrá una mirada innovadora y concreta sobre cómo la intensificación agrícola puede ser una herramienta clave en la transición hacia modelos más sustentables.
El Programa Cover Crops de Bunge se basa en la incorporación de cultivos invernales como colza, cártamo y camelina en zonas donde tradicionalmente predominaban los barbechos. Según explicaron, “esta práctica no solo permite intensificar los esquemas productivos al aumentar el número de cultivos en un mismo ciclo, sino que contribuye activamente a captar carbono, mejorar el balance de los suelos y sumar servicios ecosistémicos clave, como el control de malezas, la cobertura del suelo y el aumento de la biodiversidad”.
A su vez, estos cultivos son transformados en aceites de baja huella de carbono, que tras un proceso certificado de trazabilidad, se convierten en biocombustibles de segunda generación, aportando una respuesta concreta y sostenible a los desafíos energéticos del futuro.
Diversidad genética, adaptación y tecnología
Uno de los ejes diferenciales del programa de Bunge es su apuesta por ampliar la base genética de los sistemas productivos, con cultivos que ofrecen distintos ciclos y adaptaciones regionales. Uno de ellos, la camelina; de ciclo corto y excelente tolerancia a heladas, puede sembrarse en junio o julio y cosecharse en noviembre. “Es ideal para transformar barbechos de invierno sin comprometer el rendimiento de los cultivos principales. La camelina es desarrollada localmente por Chacraservicios, una empresa perteneciente a Bunge y Chevron, que cuenta con un plan de mejoramiento genético propio”, indicaron desde la empresa.
También se encuentra la colza/canola, una oleaginosa de alta productividad a nivel global. “El programa incluye híbridos con ciclos que van desde marzo/mayo a noviembre, y características agronómicas avanzadas como retención de silicuas, tolerancia a enfermedades y a herbicidas, con variedades adaptadas a diversos ambientes”, informaron.
Y además, el cártamo: rústico y adaptable, es apto para regiones áridas del norte argentino, con siembras en mayo y cosechas en noviembre. “Bunge trabaja en la selección de nuevas variedades que potencien su rendimiento en esas condiciones”, dijeron los especialistas.
Cabe mencionar que los cultivos del Programa se desarrollan bajo contratos de producción con certificación de trazabilidad, desde el campo hasta la transformación en aceite. Este enfoque garantiza estándares de calidad, sustentabilidad y origen, fundamentales para su uso como materia prima en la industria de biocombustibles, tanto local como internacional.
Innovación para una agricultura de bajo impacto
El compromiso de Bunge con la sustentabilidad también se extiende al desarrollo de insumos más amigables con el ambiente. En el Congreso Aapresid, la compañía presentará también soluciones como SolMIX Eco Power, un fertilizante que incluye inhibidores de nitrificación para reducir pérdidas por lixiviación y emisiones de gases, y PowerCoat, una línea de bioestimulantes que mejora la disponibilidad de nutrientes en los fertilizantes granulados.