El decreto 462 del gobierno argentino trajo consigo reformas significativas en organismos clave del sector agroindustrial, ente ellos la disolución del Instituto Nacional de Semillas, cuestión que generó la reacción de la Asociación Semilleros Argentinos que reclamó asegurar la continuidad de sus funciones vitales.

Alfredo Paseyro, director ejecutivo de ASA, compartió la visión del sector, subrayando la importancia de la implementación futura de estas medidas. “En el caso del Inase sí, se disuelve con el decreto 462, se crea una Dirección”, explicó, enfatizando que, si bien la estructura cambia, lo crucial para ASA es la continuidad de sus funciones y atribuciones.
“Esas atribuciones y funciones no han sido modificadas”, afirmó. Estas incluyen la evaluación e inscripción de cultivares, la fiscalización de la producción de semillas para garantizar la calidad al productor, la administración de los títulos de propiedad, y el control del comercio.
Igualmente, comentó que desde la ASA ya se solicitó una reunión con la Secretaría de Agricultura para llevar sus propuestas y conocer en detalle cómo operará la nueva dirección. “Lo importante me parece es que no se recorten las funciones que viene desarrollando Inase -remarcó-. Seguramente va a recortar personal y demás, pero de todos modos es fundamental que siga manteniendo sus funciones, porque en definitiva es lo que garantiza la sanidad de las semillas y la salud de los consumidores”.
Además, el rol de la futura Dirección es fundamental para la participación de Argentina en organizaciones internacionales como la Unión Internacional para la Protección de Obtenciones Vegetales (Upov) y para la certificación del comercio nacional de semillas. La disolución de la Comisión Nacional de Semillas (Conase) para crear un nuevo Consejo Asesor de Semillas también forma parte de la reestructuración.
Durante la entrevista en Agroindustria en foco, por radio Eco Medio AM 1220, ante la pregunta sobre si la disolución del Inase genera “alarma” en el sector, Paseyro mantuvo la cautela. “Hay que ver cómo se instrumenta esto. Lo que tenemos es la necesidad, como Argentina, de mantener las funciones y atribuciones”, expresó, recordando que ASA logró evitar en los últimos meses la eliminación de registros clave. Finalmente, destacó el papel del sector privado en este nuevo escenario: “Encontrar la manera de que esa función no se pierda y se la pueda absorber el sector privado”.
El CAA respalda cambios en el INTA
Por otra parte, en su rol de secretario del Consejo Agroindustrial Argentino (CAA), un colectivo que nuclea a casi 60 instituciones y 36 cadenas productivas, Alfredo Paseyro se refirió a las reformas en el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria. En este caso, el CAA había manifestado su apoyo a las medidas que no implicaran la fusión del INTA con el INTI, algo que finalmente no ocurrió.
Paseyro resaltó que la visión del Consejo fue “preservar todo lo que son los objetivos fundamentales del INTA”, valorando especialmente su territorialidad y federalismo.
Si bien el INTA deja de ser una entidad descentralizada para operar bajo la órbita de la Secretaría de Agricultura, ponderó que mantiene su autonomía en el manejo de fondos. También se reducirá la cantidad de representantes en su Consejo de Administración, que ahora serán ad honorem. Paseyro anticipó que la implementación de estos cambios implicará una adecuación administrativa y de personal, dada la vasta infraestructura del organismo. (fuente Noticias AgroPecuarias)