El último mes dejó un panorama hídrico contrastante: mientras los suelos de la Región Pampeana tienen una buena reserva de agua, los excesos complican la siembra del maíz por falta de piso en algunas localidades. ¿Qué se espera para los próximos tres meses? Más calor de lo normal en casi todo el país, con lluvias que se mantendrían en los promedios históricos en la mayoría de las regiones. La probabilidad de que se active un evento Niña es del 70%.
Adela Veliz, docente de Climatología y Fenología Agrícolas en la FAUBA, comentó a Sobre la Tierra que durante el mes de septiembre, las precipitaciones fueron superiores a las habituales en gran parte de la Región Pampeana y en el norte de la Mesopotamia. Ya en los primeros días de octubre, también se registraron lluvias abundantes en el norte de Buenos Aires y en el sudeste de Córdoba.
“Por ejemplo, se pueden mencionar las precipitaciones que se registraron en la localidad de Laboulaye, en Córdoba, el sábado 4 de octubre. Llovieron 100 mm, mientras que el promedio mensual de ese mes —calculado para el período 1991-2020— es 102,4 mm”, destacó la docente.
Según Veliz, esta situación determinó que los niveles de agua útil en el perfil del suelo se mantuvieran en condiciones muy favorables en la Región Pampeana y que ocurrieran excesos hídricos en el oeste, el centro y el noreste de la provincia de Buenos Aires.
“Una situación similar se observa en el contenido de agua útil en la capa arable, donde la saturación del suelo está retrasando las labores de siembra de maíz por la falta de piso”, explicó.
Por su parte, Gastón Sosa, coautor del informe junto con Adela Veliz, María Elena Fernández Long y Leonardo Serio —docentes de la misma cátedra e integrantes del Centro de Información Agroclimática y Ambiental (CIAg-FAUBA)— se refirió a la evolución del almacenaje de agua en el suelo en lo que va del 2025 tomando como ejemplo dos localidades con situaciones hídricas contrastantes.
“En Bolívar —en el centro de Buenos Aires—, la disponibilidad de agua hasta un metro de profundidad es abundante; incluso, se observan algunos excesos. En cambio, en Río Cuarto —al sudoeste de Córdoba—, tiene lugar un desecamiento progresivo”.
“Una Niña débil y corta”
María Elena Fernández Long se refirió a un indicador fundamental para predecir los períodos Niño y Niña: la temperatura de la superficie del agua en el Océano Pacífico Ecuatorial. “En los últimos meses, las temperaturas superficiales de las aguas presentaron una tendencia decreciente. Y aunque en septiembre hubo variaciones frías leves, no se las puede considerar como un evento Niña porque no superaron el umbral de -0,5 °C”.
La docente señaló que “para el trimestre octubre-noviembre-diciembre, la mayoría de los modelos analizados a mediados de septiembre prevén que en esa región del Océano Pacífico, las temperaturas se van a mantener por debajo de los valores normales”.
En este sentido, Fernández Long advirtió que el Climate Prediction Center estimó una probabilidad del 70% de que se den condiciones Niña en los próximos tres meses. “Sería una Niña débil y corta”, afirmó.
¿Qué pasará con las lluvias y la temperatura?
Leonardo Serio comentó las previsiones del pronóstico trimestral que —en el ámbito del Servicio Meteorológico Nacional— elaboran distintos organismos oficiales, incluyendo la cátedra de Climatología y Fenología Agrícolas de la FAUBA.
“En relación con las temperaturas, esperamos que en el último trimestre del año sean superiores a las normales en casi todo el territorio argentino, especialmente en el centro, y normales en el noroeste”.
Para cerrar, el docente señaló que las precipitaciones “serían normales en casi todo el país, salvo en la Mesopotamia y en el noroeste de la Patagonia, donde se esperan variaciones negativas. En el NOA, las variaciones serían positivas”. (fuente: SLT-Divulgación Científica y Tecnológica FAUBA)