Subas de 54% en 2025 en la ganadería asignada a la cría y al ciclo completo

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Al evaluar el desempeño del sector de ganados y carnes a lo largo de los últimos doce meses, el resultado es, sin dudas es positivo, asegura el Balance de 2025 realizado por el mercado ganadero de la Bolsa de Rosario, Rosgan.

Una combinación de factores convierte a 2025 en un año excepcional para los eslabones primarios: condiciones climáticas que, en términos generales, jugaron un rol clave para la producción a campo; un contexto macroeconómico más estable que comienza a incentivar la planificación de largo plazo.

En tanto, se está frente a un mercado con valores excepcionales para la mayoría de las categorías, lo que permitió recuperar rentabilidad en un escenario que es desafiante en materia de costos.

Al analizar los valores de la hacienda en los últimos 20 años, se observan récords históricos en prácticamente todas las categorías.

Medido en dólares, el precio del ternero de 160 a 180 kilos se ubica un 86% por encima del promedio del período 2005–2024; el del novillito liviano de hasta 390 kilos, un 56% por encima; y el del novillo, un 70% superior a dicho promedio.

Mientras el Índice de Precios Internos al por Mayor (IPIM) mostró un incremento interanual del 22,5%, la hacienda presentó subas que promediaron entre 60% y más del 90% en el caso de los novillos.

De acuerdo con un trabajo de la SAGPyA, todos los eslabones de la cadena mostraron márgenes brutos superiores a los del año pasado. Algunos segmentos, como la cría y el ciclo completo, registraron desempeños 54% superiores al promedio de la serie iniciada en 2011, un comportamiento pocas veces observado en un mismo ciclo ganadero.

Este escenario conforma el marco de un cambio de época que comienza a reflejarse en las expectativas del sector. Resulta particularmente virtuoso que esta mejora en las expectativas se dé en un año de buenos márgenes, ya que, en la medida en que esta fuente genuina de ingresos se consolide y aumenta la confianza del sector, se generan mayores incentivos para la capitalización en hacienda.

Menos vientres en los últimos años

En los últimos años, el stock de vientres disponibles para reproducción ha caído de forma significativa, con una pérdida cercana a un millón de cabezas en apenas dos años.

Si bien la cantidad de terneros logrados por vaca ha mostrado una leve mejora, el número total de nacimientos continúa limitado por el tamaño del rodeo de hembras, que se ubica en poco más de 22 millones de cabezas, según el último dato oficial.

En efecto, la mayor zafra de terneros de los últimos 15 años se registró en con 15,1 millones de cabezas, frente a una producción actual de 14,6 millones, 500 mil terneros menos.

En este sentido, un menor número de terneros disponibles al inicio del ciclo limita, lógicamente, la reposición a lo largo de toda la cadena de engorde, impactando posteriormente en la oferta de animales terminados para la industria, al reflejarse en una menor disponibilidad de carne.

El escenario de oferta restringida se ha encontrado, a su vez, con un mercado Internacional muy demandado, con valores históricamente elevados.

Esta situación obligó a la exportación a trasladar gran parte de esa mejora de precios al productor para asegurar niveles de abastecimiento que permitieran sostener la actividad.

No obstante, hacia el cierre del año, varias plantas frigoríficas —especialmente aquellas orientadas a la exportación— optaron por reducir su actividad, adelantando paradas anuales con el objetivo de mitigar los quebrantos acumulados.

Se viene una fase de retención de vientres

Si los pronósticos se consolidan, 2026 debería marcar el inicio de la tan esperada fase de retención, lo que tensionará aún más el aprovisionamiento de la industria y obligará a maximizar la eficiencia operativa en todos sus aspectos, desde la compra de hacienda hasta la elección de los destinos comerciales.

En definitiva, 2025 cierra como un muy buen año para el productor ganadero, aunque deja algunos aspectos menos favorables para los demás eslabones de la cadena.

Si bien el ánimo general del sector de ganados y carnes es positivo, las decisiones de inversión de mayor relevancia aún aguardan la consolidación de una serie de reformas legislativas impulsadas por el Gobierno tras la renovación del Congreso, las cuales, por el momento, constituyen uno de los ejes centrales de la apuesta política para el próximo año legislativo.

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