En el Seminario ACSOJA 2025, realizado en Rosario, un panel técnico sobre “Tecnologías en semillas” destacó la necesidad de fortalecer la propiedad intelectual de los desarrollos tecnológicos para ampliar el mercado y consolidar la innovación. También se remarcó que la brecha de rendimientos de la soja argentina frente a Brasil y Estados Unidos puede cerrarse con más inversión en genética, ambiente y manejo.
Munilla señaló que en los últimos cinco años los rindes de soja locales promediaron 500 kg/ha menos que los de Brasil y Estados Unidos, debido a un menor nivel de inversión en nutrición, protección, riego y biotecnología. “En dos décadas, el incremento anual de rendimiento en Argentina fue de apenas 20 kg/ha, contra 46 kg/ha en esos países. Esa brecha explica por qué hoy producimos menos de lo que podríamos”.
El especialista remarcó que la semilla “es el punto de partida” y que la clave está en la interacción entre genética, ambiente y manejo agronómico. Destacó que mientras en Argentina se utilizan tecnologías con hasta tres genes de interés, en el mundo avanzan desarrollos con 7 genes, impulsados por técnicas como speed breeding y edición génica. “Por los conflictos en torno a la propiedad intelectual, esas innovaciones no llegan al país. Necesitamos acelerar la adopción de biotecnologías y de las nuevas herramientas de mejoramiento”, alertó.
En cuanto a la formalización del mercado, Munilla puso en valor el sistema Sembrá Evolución, un modelo de negocio y comercialización de semillas que conecta a semilleros, comercios y productores para impulsar el acceso a la última genética y biotecnología, que ya suma 25.000 productores y en la campaña 2024/25 cubrió 3,8 millones de hectáreas de soja. “El futuro del rinde argentino no depende solo del clima, sino de nuestra capacidad de innovar, invertir y adaptarnos”, concluyó.
A su turno, Rodríguez Randa repasó la expansión de Neogen, que en pocos años se convirtió en la marca de semillas de mayor crecimiento en Brasil y desde 2021 avanza en Argentina, con proyección hacia Uruguay y Sudáfrica. “Nuestro objetivo es agregar valor al productor y rentabilizar la cadena, más allá de la venta de un producto”, explicó.
De cara al futuro, la empresa estima que en 2029 el 70% de la semilla de soja utilizada en Argentina estará bajo el sistema Sembrá Evolución, lo que implicará un cambio estructural en los hábitos de compra y mayor formalidad en el mercado. “El reconocimiento de la propiedad intelectual viene creciendo año tras año y permitirá duplicar el tamaño del mercado en el mediano plazo”, aseguró.
Rodríguez Randa también enfatizó que, sin innovación en semillas y sin un marco transparente para conectar inversión, innovación y protección tecnológica, la soja argentina perderá competitividad frente a países que ya incorporan biotecnologías de última generación.