(Conexión Rural) En el establecimiento “Carmen”, a pocos kilómetros de la localidad de Christophersen, la firma de capitales estadounidenses, Adecoagro SA, tiene su planta de producción, con un programa de integración vertical, que incluye la generación del alimento para las vacas, la producción de un promedio de 500 mil litros de leche diarios, su procesamiento para el traslado a plantas propias, la generación de electricidad a través de biodigestores y la producción de biofertilizantes con el sobrante de los excrementos.
El megatambo intensivo (son cuatro tambos) localizado en la “Capital del Poncho Santafesino”, tiene actualmente unas 13 mil vacas en ordeñe, con una producción promedio de alrededor de 30 litros por animal.
Entre las características salientes del tratamiento que se les brinda a las vacas, sobresalen una alimentación controlada, la comodidad y confort de los gigantescos galpones con camas de arena (de Rosario porque la de Córdoba tiene pedregullo que puede lesionar las patas).
Adecoagro generó un modelo de producción donde el estiércol se utiliza para generar energía eléctrica con dos biodigestores, y en septiembre se estaría inaugurando otro. Además, lo que queda como desperdicio de los biodigestores vuelve al campo como biofertilizante, para abonar los cultivos y forrajes que luego serán el alimento de las vacas.
La recolección del estiércol se logra de la limpieza de los galpones, que se realiza tres veces por día, mientras los animales son ordeñados. Por medio de un sistema separador los sólidos son enviados a un biodigestor, mientras que los líquidos se derivan a lagunas para ser empleados como fertirriego en los cultivos aledaños a los tambos.
Cada biodigestor cuenta con tres tanques de almacenamiento que generan el biogás (fundamentalmente metano) que alimenta a un motor generador para producir energía eléctrica que se vende a la red nacional en el marco del programa RenovAr.
Un detalle de confort: en los galpones las vacas tienen ventiladores y aspersores que son alimentados mediante un parque de energía solar con 1.550 paneles. Esta energía también es empleada en el funcionamiento de las calesitas de ordeñe en los tambos 3 y 4. Durante 2022 los 1.550 paneles solares generaron 478.989 kWh.
Para la generación de fertilizante sólido se aprovecha un subproducto que se produce en el biodigestor. Este biofertilizante luego se emplea en los lotes agrícolas.
Plan de ordeñe
El sistema de ordeñe está igual de aceitado que el resto de la empresa. Mediante tambos tipo calesita, se ordeña las 24 horas, todos los días de la semana, con turnos rotativos de ocho horas.
Un punto a destacar es la importante inversión que la empresa realiza en su personal para que cuente con las mejores condiciones para desarrollar su tarea y progresar en el ámbito laboral.
El megatambo de Christophersen emplea a alrededor de 400 personas de distintas localidades vecinas, que en un importante porcentaje son mujeres.