(Conexión Rural) A partir del 1 de enero, el gobierno de Javier Milei habilitó los procedimientos para permitir la exportación de todos los cortes, sean frescos, enfriados o congelados.
La medida estuvo a cargo del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) al terminar la vigencia de las regulaciones impuestas por el ex presidente Alberto Fernández, a través del Decreto 911/21.
“Esta es una buena noticia, porque es volver a la libertad de mercado, porque lo que el productor necesita es que no intervengan en nada, que dejen fluir, el negocio va en oferta y demanda. Esta es una forma de ampliar el poder de compra de los frigoríficos para poder exportar”, graficó el consignatario de hacienda, Esteban Boyle, en diálogo con VerTV.
Profundizando su análisis, el empresario comentó que “esto a la provincia de Santa Fe le viene al pelo, creo que Maxi Pullaro (gobernador) tiene que estar aplaudiendo esta medida, porque la mayoría de los frigoríficos exportadores que hay en Argentina están en la provincia”.
Para Boyle esta apertura de mercados favorecerá el trabajo de los frigoríficos, y en consecuencia se generarán más puestos de trabajo, con mano de obra calificada.
Por otra parte, el consignatario aseguró que esta medida “no afectará el precio de la carne. Nosotros vamos a seguir comiendo bien, esto no afectará en nada el mercado interno”.
En la misma línea optimista, Boyle aseguró que “esto ayuda a que el ganadero vuelva a invertir. Esto comienza con el productor que compra un toro para preñar la vaca, tenemos nueve meses de gestación, después hay que engordar el ternero, y el bife llega al plato después de tres o cuatro años. Esto genera una política clara que es la libertad de mercado y eso invita a invertir en ganadería”.
Según el empresario con el cierre de exportaciones que comenzó en 2006, se perdieron 12 millones de cabezas porque los ganaderos dejaron de invertir.
En lo que se refiere a los precios internos recordó que luego de trepar a cerca de 2 mil pesos el kilo en pie, ahora la hacienda logró una estabilidad en 1300 a 1400 pesos, que se podría modificar por cuestiones estacionales en las próximas semanas, pero que rápidamente se retornaría a la normalidad.
“Esta libertad de mercado es abrir un poco el juego y dar señales claras que lo que se quiere es ir para adelante, trabajar a full, tener fuentes de trabajo como el frigorífico, que es un pulmón económico para Venado Tuerto”, completó Boyle.