Carne y sustentabilidad: una marca para conquistar el mundo

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“El futuro de la ganadería no sólo dependerá de nuestra capacidad para aumentar la producción de carne o mejorar la genética, también estará marcado por nuestra responsabilidad de la preservación del medioambiente, el uso racional de los recursos naturales y la integración de tecnología innovadora para optimizar los proceso productivos”, destacó Walter Tombolini, presidente de Rosgan, durante la apertura del 3º Congreso Federal Ganadero.

Destacados especialistas y referentes de la cadena ganadera debatieron sobre el futuro del sector durante el encuentro que se realizó en la Bolsa de Comercio de Rosario y que este año tuvo como lema “Sudamérica, reservorio mundial de carnes”. Más de 470 personas participaron de forma presencial y escuharon a panelistas argentinos, uruguayos, paraguayos y brasileros.

Durante la inauguración, Tombolini destacó que el sector está “en un momento clave, no solo para debatir los desafíos sino para consolidar las oportunidades que hay por delante”.

“La ganadería ha sido siempre un pilar fundamental de nuestra economía, nuestra cultura y arraigo en la tierra, hoy más que nunca es necesario que redoblemos los esfuerzos para adaptarnos a los cambios en el entorno económico global, al avance de las nuevas tecnologías y a las demandas de un consumidor cada vez más informado y consciente”, precisó el presidente de Rosgan.

Y aprovechó para destacar la importancia de la articulación pública y privada. “El desarrollo de políticas ganaderas eficientes debe ser el resultado de un trabajo conjunto entre el sector privado y los gobiernos, tanto a nivel provincial y nacional”, indicó.

Raúl Milano, director institucional de Rosgan, resaltó el trabajo realizado durante los 16 años de existencia del mercado que funciona en el ámbito de la Bolsa de Comercio de Rosario. “Este invento que cambió la historia de Argentina, el sistema de venta televisado, hoy por streaming, no existía en el país y fue todo beneficio para el productor”, recordó.

Miguel Simioni, presidente de la Bolsa de Comercio de Rosario, destacó que “la innovación, el desarrollo de mercados, y el vínculo con las regiones productivas son pilares fundamentales de esta casa”.

Por su parte, Ignacio Mántaras, secretario de Agricultura y Ganadería del Ministerio de Desarrollo Productivo de Santa Fe, planteó que la provincia lleva adelante una agenda ambiciosa para el sector con “muchos parámetros para elevar, desde lo genético hasta lo comercial pero principalmente lo productivo”.

“Tenemos enormes desafíos como es la ganadería en isla, en los bajos submeridionales. En esas zonas donde tenemos el mayor stock tenemos el desafío de ver cómo generamos elementos para morigerar el efecto climático, que nos hace retroceder varios casilleros cada vez que acontece”, señaló. Y recordó que la última sequía “pese a todos los esfuerzos, nos hizo perder el 8% del stock”. En los departamentos afectados, principalmente son vacas, “las fábricas de nuestros terneros”, resaltó.

Durante el congreso se abordó la nueva normativa de la Unión Europea (UE) sobre productos libres de deforestación. El investigador del Conicet Gerardo Leotta, de la Gerencia Técnica de Consorcio ABC y referente de Visec; y Adrián Bifaretti, jefe del Departamento de Promoción Interna del IPCVA se plantearon los desafíos para el país frente a los nuevos requerimientos del bloque europeo.

“Es momento de demostrar que Argentina. además de tener el mejor bife de chorizo, tiene el más sustentable”, subrayó Bifaretti, quien explicó por qué es importante adecuarse a la normativa de la UE y brindó detalles de todo lo que el país puede mostrar en el Viejo Continente.

“Es algo que se veía venir, la UE aprueba este nuevo reglamento y empiezan a surgir preguntas sobre si es necesario cuidar este mercado”, reconoció. Y contestó: “Es un mercado de u$s 500 millones, importante para un país que necesita divisas”.

Bifaretti resaltó que la cadena de la carne venía organizándose para demostrar que tiene carne libre de deforestación pero igualmente festejó la postergación de la entrada en vigencia de la norma europea. “Hay un poco más de aire”, dijo.

El jefe del Departamento de Promoción Interna del IPCVA apuntó que, aunque se pueda discutir si la normativa es una intromisión a la soberanía, “la realidad es que los consumidores de la UE son cada vez más ecoactivos y les preocupa la cuestión medioambiental”.

En ese sentido, repasó algunos de los estudios que realizó entre los consumidores europeos, en los que se refleja la preocupación que tiene sobre el proceso de producción de la carne y los atributos diferenciales. “Están buscando un producto premium”, resaltó y agregó que “los consumidores de carne argentina son exigentes”.

Precisó que este consumidor europeo es también altamente experimentado en el consumo de productos cárnicos, y pertenece a un grupo de alto poder adquisitivo. Frente a este escenario, remarcó que es indispensable comunicar con fuerza que Argentina es uno de los cinco países con mayor superficie de pastizales naturales del planeta.

También dijo que es importante mostrar cómo se produce carne en Argentina. “El 71% de la biomasa vegetal consumida por kg vivo de la producción corresponde a pastizales y otras comunidades nativas y el 21% corresponde a pasturas sembradas”, dijo. Agregó que solo un 5% es grano de maíz, 1,5% pellets de oleaginosas y 1,5% silaje. “Los europeos lo tienen en claro pero cada tanto hay que recordárselo”, precisó.

El referente del IPCVA contó que en el instituto desarrollan junto al Inta y el Inti un proyecto para llegar a la declaración ambiental de producto de la carne bovina argentina, una iniciativa que sigue el marco metodológico del programa de huellas ambientales de la UE. “Se evalúan los insumos necesarios, hasta el consumo. Se toman en cuenta más de 20 indicadores ambientales, como uso de agua, de fertilizantes, salud humana y el estudio se hace en campos reales de productores y en frigoríficos”, explicó. Está fundamentada en las normas ISO y da la posibilidad de llegar a un ecoetiquetado ISO. Es, detalló, un elemento que sirve para posicionamiento comercial.

De acuerdo a resultados parciales, Bifaretti precisó que la emisión de dióxido de carbono está en un valor 14 en tranquera, cuando los antecedentes a nivel mundial están en 20. “Esto nos permite mostrar una ventaja competitiva”, resaltó.

También apuntó que de la tranquera hasta el consumidor final, ese valor se va a casi 39,03 kg de CO2 por kg de carne. Pero un metaánalisis demuestra que a nivel internacional el promedio para obtener 1 kg de carne implica la emisión de casi 100 kg de CO2.

“Hay una posibilidad de ir a mostrar estos datos y ponerlos en valor”, subrayó Bifaretti.

Plataforma Visec

Leotta habló, a su turno, sobre la plataforma Visec Carne, que fue creada por los principales actores con interés comercial en la cadena de ganados y carne vacuna para establecer la estrategia de cumplimiento del reglamento 1115/23 de la UE por parte de los importadores.

Valoró la plataforma por el uso internacional que pueda tener e invitó a participar de la propuesta ya que “la cadena de la carne bovina tiene grandes oportunidades”, y aclaró que “no utilizará información confidencial de ganaderos o frigoríficos, no requiere información de Afip, sólo ubicación geográfica y trazabilidad”, indicó. La participación es voluntaria. (fuente AgroClave)