Como mitigar los efectos del cambio climático

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Para Arturo Navarro, el pais carece de políticas para atender esta problemática.

Al analizar la preocupación demostrada del presidente Mauricio Macri por la dimensión de la inundación después de sobrevolar zonas de Entre Ríos y Santa Fe , y el desempeño de las autoridades provinciales y diferentes involucrados de poblaciones y grandes zonas rurales ante la certeza de falta de apoyo y recursos, me pareció oportuno insistir con mis propuestas al carecer el país de políticas de estado para poder atender en tiempo y forma eventos de esta envergadura para mitigar los efectos del cambio climático y que ayudarían también a las autoridades en su gestión política.

La información internacional difundida por expertos y comunicadores especializados,confirma que los cambios climáticos serán más reiterados y de mayor envergadura, motivo más que suficiente para generar nuevas políticas de estado, cuyo paso principal es constituir una mesa institucional tripartita permanente – estado, aseguradoras y productores- para que sea el ámbito para hacer todas las propuestas, discutir las mismas, consensuar los proyectos y hacer el seguimiento de las políticas en el largo plazo, como lo hacen todos los países que tuvieron exito con políticas para mitigar los riesgos climáticos, económicos y sociales de toda la comunidad. Cambian los gobiernos pero continúan las políticas, porque están comprometidas todas las partes interesadas en una gestión permanente “pública- privada“.

La gran acumulación de agua en la mayoría de los caminos de comunicación secundaria, están impidiendo el desarrollo de todas las actividades agropecuarias, poniendo en serio riesgo los ingresos del sector y del estado. La obsoleta infraestructura general, la falta de mantención de canales y rutas en las provincias, sin haberse concretados las obras después de las últimas inundaciones del 2014, debería ser llamado de atención y una apelación para que el gobierno del presidente Mauricio Macri avance en forma urgente con dichas obras y la implementación de dichas política después haber podido observar las fallas estructurales que tiene todo el sistema.

Muchas de las graves consecuencias de las grandes lluvias, son porque han desaparecido o se han achicado los reservorios naturales que existían y las aguas corren por cauces que no son los normales por obras de infraestructura mal hechas y canales clandestinos realizados en defensa de intereses particulares o localidades, sin tener en cuenta los intereses generales de la cuenca. Por eso es fundamental para poder ordenar la actual situación con nuevas obras, que esté funcionando a pleno la autoridad de cuenca de cada región.

Las preguntas que me hago ¿Estamos dispuestos a seguir viviendo inundados? ¿Habrá capacidad de cambio en nuestras dirigencia gremial y política para modificar dichas políticas? ¿Qué más debe suceder para que dichos dirigentes escuchen a los especialistas sobre cómo atender los nuevos eventos climáticos con políticas modernas? ¿No sería importante que este tema esté incluido en la agenda política? Mientras la dirigencia sigue demorando esta discusión, productores que padecieron las inundaciones, esperan respuesta a estas preguntas ante las grandes pérdidas de sus bienes en esta nueva inundación, que el estado no tiene como atender.

Cuando toda la dirigencia de España acordó las políticas para cambiar el país y fijar políticas de estado a largo plazo en el año 1978 en el Pacto de la Moncloa, fueron incluidas políticas para atender los eventos climáticos. Dichas políticas se consolidaron a pesar de los cambios de los gobiernos, a prueba y error. Hoy esas políticas tienen continuidad y disponen de fondos especiales muy importantes, que se pudieron consolidar a través de los años con el aporte de los mismos protagonistas.

El calentamiento global es la elevación de las temperaturas debido a la emision de gases de efecto invernadero. Provoca aumento de lluvias, incremento de la duración y frecuencia de sequías con la multiplicación de eventos climáticos extremos más los incrementos en las enfermedades de los cultivos de granos.

Estos son algunos de los efectos que ya se están haciendo sentir en la Argentina y que podrían repetirse con intensidad creciente en los próximos años, según el informe del Panel Intergubernamental de Cambio Climático que se presentó en Yokohama, Japón. Inclusive estamos viviendo un año “NIÑO” agravado, que va a condicionar los resultados de la cosecha 2015-2016 como se advirtió al sembrar.

La política de estado para proteger al productor y la agroindustria, la más importante y eficiente del país, debería diseñarse a través de dos instrumentos que ya se usan en todo el mundo:

1. Políticas para incentivar el mayor uso de los seguros agropecuarios por medio de compensaciones a la prima, rebaja de impuestos y/o otros incentivos nacional y provinciales, para poder aumentar la cobertura del área sembrada al bajar el costo de la prima del seguro. De esa manera aumenta los usos del seguro por los productores y proveedores de insumos, que son los directos damnificados.

2. Políticas para crear un Fondo Nacional Permanente Autárquico para atender todos los daños de los bienes no asegurables, fondo que atendería exclusivamente a los productores que tengan asegurados todos sus bienes asegurables.

La idea es premiar a quienes tienen vocación aseguradora, para generalizar un sistema público-privado que debe ser solidario, pero no obligatorio, para permitir la competencia entre las empresas aseguradoras, que estén dispuestas a aceptar las condiciones especiales del sistema a desarrollarse.

Los países con producciones agrícolas importantes, desarrollados y no desarrollados, empezaron aplicando este tipo de políticas activas. Después avanzaron con los otros sistemas de seguro más sofisticados. Mientras tanto en el país, si queremos desarrollar los seguros multirriesgo que sean técnicamente viables y competitivos para todas las partes, nos debemos equipar con tecnología satelital moderna y específica. La idea central de estas políticas de estado para cubrir los riesgos climáticos, es transferir parte de los riesgos al mundo, por medio de las reaseguradoras internacionales, para de esa formar achicar la responsabilidad y las pérdidas del estado por las menores producciones, la caída de actividad, menos impuestos y caída de las exportaciones.

Después de muchos años de un trabajo a prueba y error, en EEUU ya tienen coberturas que aseguran los ingresos proyectados del productor con diferentes propuestas. Esto lo pudieron hacer porque hace años vienen trabajando por medio de una acción pública-privada en políticas que atienden los riesgos agrícolas. La nueva ley agrícola sancionada recientemente eliminó todo otro incentivo al sector agropecuario y dispuso exclusivamente mayores compensaciones a la prima de los diferentes seguros que tienen por estado, zonas productivas y productores. ¿No será hora de empezar a trabajar?

La propuesta concreta sería: Poner el tema en discusión en forma urgente en el ámbito del Poder Ejecutivo Nacional que corresponda, convocar a los especialistas de cada sector en la materia, crear la mesa institucional tripartita y fijarles un plazo para que se expidan con un proyecto de ley para enviar al poder legislativo.

Si se avanzara con esta estrategia, no hay que crear falsas expectativas porque el sistema no va a poder mostrar resultados totales los primeros años. La idea podría ser poder empezar en etapas ante la falta de recursos, compensando la prima de los seguros a los productores más chicos, para poder de esa forma ir consolidando definitivamente el sistema en unos años , como una de las políticas de estado indispensable para el agro y la agroindustria en la agenda nacional.

Autor: Arturo Navarro. Fuente: www.on24.com.ar