Disminuyó la faena de novillos en el 1er cuatrimestre del año

0

La faena de novillos correspondiente al primer cuatrimestre del año, mostró una caída del orden de los 16 puntos porcentuales, comparado con igual periodo del año pasado.

De acuerdo al último informe del Rosgan, esa retracción significó que se enviaron a faena 322 mil cabezas menos, comparado con igual período del ciclo anterior y el posicionamiento más bajo registrados en los años 2020/2021.

Los datos del último stock conocido al 31 de diciembre de 2023, mostraron un total de 2,33 millones de novillos, la cifra más baja desde que se llevan registros y menos de la mitad de las existencias registradas a fines de 2007, previo a la primera gran liquidación de los últimos 30 años.

Para los analistas  la menor faena de novillos registrada en el primer cuatrimestre del año puede atribuirse a la la baja disponibilidad de hacienda o, la retracción de la oferta que puede atribuirse al inicio de una incipiente retención por parte del invernador tradicional.

El stock de novillos se viene retrayendo año tras año, producto de fuertes secas que diezmaron la capacidad de los campos, pero fundamentalmente por una sucesión de políticas que lejos de estabilizar la actividad, resultaron sumamente adversas para cualquier producción
de largo plazo, en especial para la ganadería de exportación.

El stock de novillo conocido al 31 de diciembre de 2023, mostró un total de 2,33 millones cabezas, la cifra más baja desde 2007.

Sin embargo, al analizar la procedencia de estos novillos que llegan a faena, no se aprecian grandes indicios que señalen una recomposición de las invernadas pastoriles.

De acuerdo a los datos que informa el SENASA, en base a los DTe de traslado de hacienda, se ve que en los últimos 5 años -2020 a 2024- período de clara baja y estancamiento de la faena de novillos -siempre medido para el primer cuatrimestre de cada año- del total de animales trasladados a faena se observa un porcentaje creciente en el aporte del feedlot.

A su vez, un dato no menor que complementa esta tendencia es la caída en los pesos medios de faena que se observa en al menos los últimos tres años.

En concreto, entre enero y abril de este año, los feedlots aportaron el 30% de los novillos que llegaron a faena de los cuales, como promedio general, lograron 282,5 kilos de carne en gancho, contra 284,1 kilos en 2023 y 287,1 kilos en los primeros cuatro meses de 2022.

Esta misma tendencia de mayor confinamiento de novillos se mantiene al analizar los datos anuales  que revelan, en definitiva, la falta de intensificación en los sistemas de invernadas pastoriles de largo plazo como los que se requerirían para recomponer definitivamente esta categoría en número de animales y en producción de carne lograda por cabeza en stock.

La realidad es que más allá de la apertura comercial que goza actualmente el sector exportador, la falta de competividad que genera el sostenimiento de un tipo de cambio atrasado, redunda en desincentivos para toda la cadena productiva. En efecto, desde hace seis meses el novillo argentino en precios es el menos competitivo de la región.

Esta falta de competividad de la industria no hace más que trasladarse al valor que recibe el productor local que es, en definitiva, quien debe tomar la decisión de retener o no su hacienda con la expectativa de obtener su fruto en uno o dos años.

Actualmente, el valor promedio del novillo gordo en el MAG -medido a valores de hoy- es el más bajo de los últimos 5 años y se posiciona un 8% por debajo del promedio. (fuente Noticias AgroPecuarias)