El 30% del área triguera tiene un fuerte retraso de la cosecha y podría perder calidad

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Aunque la continuidad de las lluvias ocurrida a partir de mediados de noviembre permitió sostener e incluso mejorar las proyecciones de cosecha de trigo, ahora la persistencia de las mismas, incluso con tormentas intensas que sacuden importantes zonas productivas, está comenzando a transformarse en un problema.

La semana pasada, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) advirtió por muchos lotes con pérdidas de cultivos por inundaciones en la zona núcleo y ahora la Oficina de Riesgo Agropecuario (ORA) también sumó su señal de alerta: el 30% de los lotes del cereal tiene un fuerte retraso en la cosecha y eso podría incidir en pérdidas tanto de rinde como de calidad.

Retraso peligroso 

Según el organismo que depende de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, la campaña está ocurriendo con una sensible diferencia en relación a un año atrás: las condiciones que acompañaron la mayor parte del ciclo del cultivo fueron buenas desde el punto de vista hídrico, cuando en la campaña 2022/23 ya se había hecho presente la fuerte sequía.

Sin embargo, “en las últimas semanas se han dado reiterados eventos de tormentas fuertes, en muchos casos acompañadas de fuertes vientos y caída de granizo (tiempo severo)”, advierte la ORA.

Por ahora, debido que a la mayoría de estos eventos fueron recientes, por ejemplo en las zonas de Bahía Blanca y de Balcarce, no se ha podido precisar la magnitud del daño que han provocado.

“Lo que sí es evidente es que, en importantes áreas productoras de cebada y trigo, la cosecha se halla bastante retrasada, no solamente en comparación de la campaña pasada sino también con respecto al promedio de avance de las últimas cinco campañas para esta misma fecha”, enciende la alerta la Oficina.

Zonas más complicadas 

Como ejemplo, cita a las delegaciones bonaerenses Bolívar, Lincoln y 25 de Mayo, además de Santa Rosa, en La Pampa, que llevan un porcentaje de avance de cosecha de trigo menor que la mitad del promedio de los últimos años.

En estas regiones “podrían evidenciarse pérdidas de calidad por caídas en el peso hectolítrico y la consecuente disminución de las bonificaciones”, subraya la ORA.

Asimismo, sostiene que, en las delegaciones más retrasadas, se han reportado vuelcos de plantas, e imposibilidad de acceso, debido a anegamientos temporales como consecuencia de los importantes volúmenes precipitados, impidiendo el ingreso de maquinarias y provocando demoras en las labores de cosecha. (fuente Infocampo)