El canje por grano se impone en la compra de insumos

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Los productores todavía están muy preocupados por los números que marcan las cosechadoras cuando ingresan a los lotes o lidiando con el barro que dejaron las últimas lluvias y que demoraron la recolección de soja y maíz. Pero también empiezan a mirar de reojo la campaña 2021/22 que ya empezó a asomar en el horizonte agrícola.

La razón que motiva a este “puente productivo” es el mismo motor que mueve constantemente la actividad agrícola, la necesidad de no frenar la maquinaria productiva. Suele decirse que “en el campo siempre hay algo para hacer” y esa sentencia se materializa en acciones y números. Por eso es que ya se cierran alquileres, se planifican escenarios de siembra, se hacen barbechos, se controlan malezas y se compran insumos.

Sobre este último punto, la actividad no cesa. La comercialización de insumos para la campaña 2021/22 está muy activa. Especialmente en lo que refiere a la semilla de trigo y de maíz, mientras que en el caso de la soja el negocio suele cerrarse más adelante.

La campaña de insumos se muestra muy ágil, con mucha demanda de semillas de trigo y girasol —dato que genera cierta sorpresa — y con muy buen ánimo por la de maíz. Salvo en el girasol, que tiene un incremento en torno al 5%, las otras se mantienen en el mismo precio”, señaló el vendedor de insumos Enrique Baya Casal.

En eso coincidió el productor Santos Zuberbuhler, quien trabaja campos familiares en la zona de Navarro, provincia de Buenos Aires, y que además administra algunas explotaciones en Córdoba. “Nosotros ya estamos cerrando todas las compras que podemos. En el caso de las semillas, estamos viendo que los valores de trigo y maíz son similares a los del año pasado”, indicó y señaló que los costos oscilan en los 22 dólares la bolsa de 40 kilos de trigo y en 180/200 dólares la bolsa de maíz, en este caso hablando de híbridos de punta.

Frente a eso, la pregunta que surge es por qué se están adelantando las compras. La primera respuesta es que el reacomodamiento climático y la aparente salida del fenómeno La Niña generan muchas expectativas de cara a una nueva siembra. La segunda, unánime dentro del sector, es que todavía hay una relación insumo-producto que, aunque desmejoró un poco, sigue siendo favorable y debe ser aprovechada.

Los precios de los granos son buenos y las relaciones insumo-producto sigue siendo positiva en términos generales”, aseguró el analista de la consultora AZ Group, Jeremías Battistoni.

En el mismo sentido, el especialista en costos agrícolas y profesor de la Universidad Católica Argentina, Fernando Miguez agregó que “el último trimestre del año pasado, cuando ya habían subido fuertemente los granos y todavía no los fertilizantes, la relación insumo-producto era muy buena”.

En cambio “hoy se necesita algo más de grano para comprar fertilizantes, pero de todos modos está en niveles adecuados”, dijo.

Insumos más caros

Los diferentes actores del sector coinciden en que la relación insumo-producto sigue siendo buena pero advierten que desmejoró un poco respecto al año anterior. Entender a qué se debe esto también sirve para tomar decisiones de cara a la próxima campaña. En este sentido, es necesario destacar la fuerte suba que tuvieron los fertilizantes durante los últimos meses.

“Estamos saliendo de una campaña (2020/21) en la que los precios de los fertilizantes estuvieron históricamente muy bajos con respecto al precio de los cereales. Pero hace ya alrededor de tres meses que los precios de los fertilizantes se empezaron a acomodar y fueron subiendo”, reconoció el coordinador técnico de Fertilizar, Andrés Grasso.

Pero destacó que es importante que los productores no dejen de acompañar a los cultivos con la dosificación de nitrógeno, fósforo o potasio que necesitan. “Deberíamos apuntar como mínimo a repetir lo que hicieron los productores el año pasado”, dijo y explicó que actualmente se están perdiendo del 20% al 30% del rendimiento máximo alcanzable en trigo y del 20% al 30-35% en maíz porque el productor en muchos lugares todavía sigue con manejos nutricionales que tienen por lo menos 20 años de atraso.

“En soja el escenario es peor: lo que hace el productor en la actualidad es casi parecido a no hacer nada y en ese cultivo se puede estar perdiendo de 600 a 700 kilos por hectárea debido al desmanejo que el productor hace”, afirmó Grasso.

Sobre la suba de los fertilizantes, Baya Casal indicó que hoy el fósforo está en 710 dólares y la urea en 520 dólares. “El precio del fósforo sube porque durante muchos años las minas de producción estuvieron vendiendo apenas por arriba del costo y ahora que vieron la suba del precio de los granos, dijeron basta. Además ven que el mercado se los compra, por eso, mientras los granos estén firmes es difícil que el fósforo baje porque está recuperándose de 10 o 15 años donde valía muy poco”, explicó.

Pero no sólo el fertilizante está hoy más caro que el año pasado. También los agroquímicos registraron un importante incremento en los precios y esto responde a un mejor poder de compra de los granos y por otro lado a que en China siguen subiendo casi todos los principios activos. “Hoy los agroquímicos principales están alrededor de un 10-15% más caros que diciembre del año pasado”, dijo Baya Casal.

De todas maneras, pese al incremento de precio en ambos segmentos, las ventas se mueven a muy buen ritmo, con mucho interés por parte de los productores. Tal vez el miedo al abastecimiento y las luces de alarma que se encienden habitualmente en la imprevisibilidad que vive el sector sea uno de los principales argumentos.

Cómo financiar la compra

La estrategia que decidan los productores es cada vez más importante porque muchas veces ese punto define la rentabilidad. Por eso, aunque parezca ajena, una correcta planificación financiera puede hacer caer la moneda para el lado del “debe” o “el haber” contable del productor.

Y si bien las opciones de financiamiento para la compra de insumos son múltiples, hay dos que son las más usadas o las más beneficiosas. Tomando como referencia lo que sucedió en la última campaña, los números muestran que el financiamiento en pesos (vía cheque o tarjetas agro) fue el mecanismo más utilizado y la razón principal fue que la tasa de interés terminaba siendo negativa contra la inflación. Otro de los mecanismos que crece cada vez más es el canje por granos, sistema que se instala fuertemente, ganando terreno y sumando productos que ingresan a esta especie de trueque modernizado.

De esta manera, la principal razón de financiar la compra de insumos mediante el pago en pesos pasa por aprovechar las tasas de interés que nos otorgan los bancos y que, según Battistoni, “de cara a esta campaña se puede conseguir en torno al 34-36%, mientras que la inflación estimada (no la oficial) podría ubicarse más cerca del 50%”.

Ese spread bancario explica el atractivo de esta modalidad, pero no hay que cegarse, porque en Argentina todo buen negocio suele traer algún perjuicio escondido. En este caso, la cuestión impositiva y tributaria.

Claro que en este punto el escenario esperado para el ciclo 2021/22 no sería tan favorable como el del año pasado, en el que según el productor Santos Zuberbuhler, la tasa en algunos casos fue del 14-16%, situación que hacía mucho más atractiva esta modalidad de compra.

Hoy te conviene comprar insumos con granos disponibles. Primero por los buenos precios del cereal, segundo porque no se sabe qué puede pasar con los derechos de exportación, tercero por una cuestión financiera y cuarto porque si tenés cereal excedente, posicionarte en insumos es mejor que quedarte en pesos, y porque además en algún momento los vas a usar”, aseveró.

Otro de los que fomenta esta estrategia de compra de insumos vía canje de granos es el consultor tributario Mariano Echegaray Ferrer. Según el especialista, “el productor lo que tiene que tratar es de no generar saldo a favor de IVA y la estrategia más recomendable es buscar que la compra (de insumos) y la venta (de granos) sean complementarias. Una herramienta que otorga esa posibilidad de evitar acumulación de saldos es el canje, porque te permite diferir el IVA. Es decir que no pagas el IVA al momento en que te haces con la mercadería, sino cuando lo cancelás, y con la diferencia temporal de esa operación evitas tener un descalce financiero”.

Este ejemplo se da cuando el pago por el insumo se hace con granos diferidos, por ejemplo, pagar con la cosecha 2021/22 lo que se está retirando ahora. Pero también se puede pagar con granos disponibles y en ese caso no hay un diferimiento del IVA pero si un neteo en la compra-venta.

Dejar de acumular IVA es el primero de los beneficios que otorgaría esta modalidad de canje pero no el único. “Adicionalmente, el productor evita que le retengan ganancias”, agregó Echegaray Ferrer.

Cómo explicar este beneficio: sencillo. “Si por ejemplo un productor vendiera sus granos, y pagara los insumos mediante un cheque, por el simple hecho de realizar esta operación primero le facturan el IVA por la compra (generando saldo a favor), luego le retienen ganancias por la venta para cubrir ese cheque y además le cobran el famoso impuesto a los débitos y créditos. Pero con el canje todo esto no sucede. Entonces, en definitiva, el productor tiene que vender menos mercadería para pagar la misma factura. Y dependiendo en qué categoría del Sistema de Información Simplificado Agrícola (Sisa) se encuentre, será el ahorro sobre ganancias al que puede acceder. Pero sin dudas no es nada despreciable ya que el monto puede llegar hasta el 15%”.

Tener en cuenta estas consideraciones administrativas-financieras es clave, especialmente en estos momentos en que el productor necesita ser eficiente en la administración de los costos y, básicamente, cuidar el bolsillo. Por eso no alcanza solamente con mirar la bolsa de semilla, de fertilizante o el bidón de glifosato. La estrategia al momento de comprar insumos tiene que ser mucho más global, más integral y contemplar todos los aspectos que juegan en la definición de rentabilidad. (fuente AgroClave, diario La Capital)