El manejo de los cultivos y los porcentajes de rendimiento

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En el manejo del cultivo del maíz, es preciso “distinguir en qué medida las diferentes decisiones de manejo modifican el rendimiento que podemos alcanzar en el cultivo”, explicó el docente universitario y asesor privado Gabriel Espósito, en el marco del coloquio TodoMaíz 2021 + Sorgo organizado por TodoAgro.

El especialista postuló que es necesaria “una revisión de diferentes aspectos que impactan sobre la productividad, ya que el ambiente y fecha de siembra conjugan el 65% del rendimiento, por lo que la discusión de la fecha de siembra para el ambiente que me espera es una de las decisiones centrales a tomar”.

“Otro aspecto crucial está centrado en el manejo de la densidad. El maíz es un cultivo muy sensible a la densidad de siembra porque tiene su principal órgano de cosecha que es la espiga relegado en la planta. Además no puede compensar con estructuras nuevas un error por baja densidad. Nos castiga por alta y por baja densidad”, añadió.

Espósito consideró que el manejo del híbrido y la nutrición también son centrales. “Si vamos a pensar en la fecha de siembra, es claro que en la medida que tengamos una buena oferta hídrica, excesos hídricos y lluvias abundantes del verano, el atraso de la fecha de siembra de maíz lleva una pérdida de rendimiento. Entonces, hay que tener en cuenta qué pronostico climático nos espera, si estamos frente a un año Niño tenemos que hacer siembra temprana, y si estamos frente a un año Niña tendríamos que hacer siembra tardía, mejorando el rinde cuando las condiciones de diciembre y enero son secas”. Al respecto, indicó que “es imprescindible ajustar mi fecha de siembra a mi calidad de ambiente”.

Otro factor a tener muy en cuenta es la densidad: “A medida que mejoramos la calidad de ambiente, la densidad óptima de siembra me va aumentando. Entonces una vez que decido fecha de siembra y calidad de ambiente, tengo que tener presente que ese ambiente va a exigir determinada cantidad de plantas. En un año húmedo pondré muchas más plantas que en uno seco. La interacción entre calidad genética y calidad de ambiente me van a terminar definiendo la densidad”, señaló el especialista.

Para Espósito, la nutrición es una asignatura pendiente, porque “es uno de los principales aspectos que no estamos manejando con el debido criterio. Si tengo la cantidad suficiente de fósforo y no tengo insuficiencia, puedo incrementar mi sistema radical en los primeros 20 centímetros en un 125%. Esta mejor cantidad de raíces hace que yo tenga mayor eficiencia en el uso de agua. Esta cantidad de fósforo es indistinta a la fecha de siembra. No es cierto que a la siembra tardía hay que fertilizarla con menos cantidad de nutrientes. Lo importante es tener presente los niveles de fósforo del suelo. La clave es el análisis de suelo, y el momento son estos meses, julio y agosto”, remató. (fuente AgroClave, diario La Capital)