En el Mercosur, la producción de soja creció de 60 a 200 millones de toneladas en 20 años

0

El próximo año, la 8ª edición del Congreso Mercosoja planteará en Brasil la sustentabilidad en el marco de un nuevo orden del comercio internacional. También, centrará sus ejes en el principal demandante de soja de mundo (China) junto a los nuevos estándares de calidad que impulsan los compradores.

El encuentro, resaltará un dato mayor y pasa por el amplio crecimiento de los países que integran el Mercado Común del Sur. Es decir, desde que se inició el congreso (1999), se pasó de sembrar 23 a 55 millones de hectárea de soja.

La producción aumentó de 60 a 200 millones de toneladas, con Brasil con un empuje significativo”, resaltó Rodolfo Rossi , integrande de la Asociación de la Cadena de la Soja (Acsoja) agregando que ese país mejoró sus rendimientos un 40% en los últimos 20 años.

Según los relevamientos de Mercosoja, las naciones que integran el bloque pasaron de producir en promedio 2400 a 3200 kilogramos de la oleaginosa. “Las prospectivas se fueron cumpliendo y hemos logrado que el Mercosur produzca el 60% de la soja del mundo y represente el 70% de las exportaciones de harinas y aceites”, dijeron los organizadores.

Por ahora, salvando las distancias y cambios que genera la pandemia, entre el 16 y 19 de mayo de 2022, en Foz de Iguazú, se reunirán los principales referentes de las cadenas de la soja. Ya en lo previo vienen realizando una serie en encuentros virtuales, que en 5 meses definirán los puntos primordiales del debate.

El clima no está exento y será el gran tema ya que las eventualidades climáticas y afecciones por sequía, han pegado fuerte en varios países. Sin ir muy lejos, Argentina acaba de cerrar la octava peor campaña de las últimas 10 siembras y el tema pasó medio desapercibido por lo fuerte que fueron las ausencias de lluvias, aunque el gran atenuante de la problemática quedó sepultado por el excelente precio del grano y sus derivados en los mercados internacionales.

Poco potencial

En lo previo, la discusión se ha centrado en el atenuado crecimiento de rendimiento por el lado de la genética que han tenido varios países.

Según Rossi, los trabajos científicos muestran parámetros normales. “Revisando varias bibliografías, incluso algunas de la Universidad Nacional de Rosario, se puede observar que en los últimos 20 años, el crecimiento fue del 1 % y es un porcentual superior al de maíz, que -después de la década de los ´90- se aplanaron”.

Por ahora, se está analizando una combinación de factores, que muestran a un cultivo de soja que no despega nunca en la reposición de nutrientes, la fertilización, el origen de las semillas y una serie de factores de aplicación de tecnologías que el productor la está retaceando.

Para los agricultores argentinos, el gran problema sigue siendo la presión impositiva, que ha hecho que se tome a la oleagionosa como un cultivo que por sí solo va a poder defenderse. “No es así. Así como el maíz es una respuesta al insumo, a la buena utilización de un fertilizante y la elección de un buen híbrido; en la soja estos factores son primordiales para determinar el rinde”, dijo Rossi e indicó que “hay un combo de situaciones económicas cambiantes”.

A su tiempo, alertó a los productores a dejar de utilizar variedades muy viejas, ya que en el análisis de las últimas campañas se puede observar la implantación de semillas con muchos años en el mercado.

“No hay un recambio varietal. También es real, que no se está eligiendo de manera conveniente los grupos de madurez, en detrimento de haber virado demasiado hacia la precocidad en algunas regiones”.

Rossi, consideró que un cultivar precoz sintetiza un gran factor de rendimiento pero con un límite. “Sugerimos diversificar. Ser conservadores en elegir las variedades y no sembrar tan temprano. Estamos frente a problemas generales de manejo, influenciados por la utilización de semillas de muy bajo costo”. (fuente AgroClave, diario La Capital)