lunes, mayo 20, 2024
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La cosecha de soja cerró con una caída de 45% por la sequía

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La campaña de soja 2022/23 mostró con dureza el golpe que provocó la sequía sobre los cultivos en Argentina. La superficie sembrada cayó 6% respecto del promedio de los últimos cinco años, el rinde cayó casi 45% y la producción final nacional alcanzó las 21 millones de toneladas, unos 22,3 millones menos que durante el ciclo pasado.

Los datos corresponden al cierre de campaña que realizó esta semana la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, en el detalló que durante este último ciclo agrícola se sembraron 16,2 millones de hectáreas de soja, una reducción de 100 mil hectáreas con respecto a la campaña 2021/22 y debajo del promedio de los últimos cinco años que alcanzó las 17,1 millones de hectáreas.

El rinde promedio nacional fue de 15,4 qq/ha, un 44,8% menos que en el ciclo previo y una merma de 44,9% respecto al promedio de las últimas cinco campañas.

Eso asestó un duro golpe a la producción que apenas arañó las 21 millones de toneladas y se ubicó un 53,1% por debajo a la producción promedio de los últimos cinco años. “El ciclo finaliza 27 millones de toneladas por debajo al escenario inicial de 48 millones”, indicó la entidad y planteó que “la falta de humedad superficial dejó afuera de la campaña a 500 mil hectáreas, principalmente para los planteos de segunda ocupación”.

Con esta foto, la cadena de la soja generará en 2023 exportaciones por u$s 12.542 millones, con una caída del 50% respecto del año pasado, debido a las altas temperaturas y sequía. “Tras el adverso escenario climático del año pasado, marcado por un nuevo año de sequía, la cadena aportará a la economía argentina u$s 7.345 millones en el 2023 en valor agregado, lo que representa una disminución del 67% en comparación con el valor del año pasado”, señaló la entidad.

En base a las previsiones, las exportaciones aportará u$s 4.350 millones en concepto de recaudación fiscal, lo que representa una baja de 57% interanual.

“Altas temperaturas junto a lluvias por debajo a la media sobre el centro del área agrícola afectaron los cuadros de primera y de segunda ocupación durante el período crítico”, mientras que “las condiciones sobre el sudeste de Buenos Aires fueron distintas al resto, alcanzando rendimientos por encima del promedio histórico”, concluyó el informe.

El ajustado escenario en materia de producción siempre suma un componente alcista en materia de precios. Sin embargo, estas previsiones se vieron afectadas esta semana debido a los fuertes vaivenes en Chicago generados por el último informe del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (Usda) que estimó mejores producciones para soja y maíz. Así, el mercado de referencia mostró una fuerte volatilidad, que se expresó en bajas y subas abruptas entre un día y otro, sobre el fin de la semana.

Las mermas fueron respuesta al informe mensual del Usda pero también a las lluvias en zonas del centro-norte de las Grandes Planicies y del Medio Oeste estadounidense que aliviarán, al menos parcialmente, el déficit hídrico todavía vigente. Y las alzas, a la posibilidad de que el agua no alcance para revertir las pérdidas.

“El costado bajista del informe del Usda fue porque el organismo mantuvo sin cambios el rinde promedio de tendencia utilizado para calcular la producción 2023/2024”, indicaron en la corredora Granar.

A la soja también acompañaron el maíz y el trigo. En el primer caso porque el Usda proyectó el volumen de la cosecha de maíz estadounidense 2023/2024 en un récord histórico de 389,15 millones de toneladas. En cuanto al cereal fino, que también retrocedió, fue por efecto de algunos datos del informe mensual del organismo, por lluvias sobre Dakota del Norte, el avance de la cosecha y la continuidad de las buenas exportaciones rusas.

¿Y qué pasa con la soja nueva?

Después de semejante saldo negativo, “este año hay intenciones de recuperar parte de esas hectáreas que quedaron afuera y la oleaginosa tendrá un aumento del área del 7%, recuperando unas 300.000 hectáreas”, indicó el último reporte de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario. Señaló al respecto que la superficie sembrada de soja 2023/24 se estima en 4,9 millones de hectáreas.

“Si bien en los últimos dos años se observa un aumento del área sojera en la región respecto del de gramíneas (el año pasado hubo un crecimiento importante: de sembrarse 1,23 lotes de soja por cada lote de gramíneas en 2021/22, se pasó a sembrar 1,61 lotes de soja por cada lote de gramíneas en 2022/23), en este año, el productor intenta mantener las gramíneas en la rotación y el salto respecto al año pasado no sería tan abrupto como se pensaba hace unos meses atrás”, indicó GEA.

Con todos estos datos es posible calcular que en el ciclo 2023/24, por cada lote sembrado con trigo y maíz se sembrarán 1,75 de soja.

¿Qué cultivo es más conveniente en términos económicos para la campaña gruesa nueva?. Ante esa pregunta, los especialistas de GEA señalaron que “en el último mes hubo muchos movimientos de precios en los granos, con gran volatilidad, lo que es una de las claves a la hora de evaluar los cambios que exhibieron los márgenes en los distintos cultivos.

Explicaron que “con los precios actualizados al jueves 10 de julio, los márgenes calculados siguen arrojando los mejores números para el maíz de primera en campo propio con 457 u$s/ha”. Sin embargo, “la soja de primera le sigue muy de cerca con u$s 430 por hectárea”.

En campo alquilado, el análisis se complejiza, ya que, si bien los números dan mejor para la soja de segunda, hay que destacar que para su cálculo se considera casi la mitad del costo del alquiler ya que forma parte del doble cultivo trigo/soja, por lo que lo correcto sería analizar el margen de la rotación (-67 u$s/ha). De este modo, “el podio del ranking en campo alquilado sigue siendo para el maíz de primera, aunque con márgenes muy pero muy ajustados: solo 3 u$s/ha”, sintetizó el informe.

Avanza el trigo en el norte

En tanto, la siembra del trigo en el centro y norte de la provincia de Santa Fe avanzó esta semana hasta cubrir el 90% de la superficie estimada y la gran mayoría de los lotes ya implantados muestran un estado de bueno a muy bueno, con algunos excelentes.

Así lo precisó el informe semanal de la Bolsa de Comercio de Santa Fe y el Ministerio de la Producción provincial, el cual indicó que se sembraron 405.000 hectáreas sobre un total estimado de 450.000, un aumento de entre el 18% y el 20% respecto de la campaña anterior. “Un 98% de los cultivares de trigo se encontraron en estado bueno a muy bueno, con algunos lotes excelentes”, indicó el trabajo. (fuente AgroClave)