viernes, abril 19, 2024
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Las lluvias le dieron tregua al maíz tardío en el centro norte santafesino

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Una buena. Las lluvias registradas en los últimos días en el centro y norte de Santa Fe favorecieron el desarrollo de los cultivos de maíz tardío o de segunda, tras la fuerte sequía de los meses previos. Así lo relevaron los técnicos del Ministerio de la Producción de la provincia y la Bolsa de Comercio de Santa Fe que participan del Servicio de Estimaciones Agrícolas (SEA). En su último informe semanal comentaron que las 87.500 hectáreas destinadas a ese cultivo “aprovecharon plenamente la humedad ambiente que se generó, en especial los sembrados a fines del mes de febrero”.

“El estado de los sembradíos cambió y mejoraron, se los encontró desde buenos a muy buenos, con algunos lotes regulares, donde las lluvias fueron de menor importancia”, puntualizaron. Las lluvias condicionaron, en cambio, el proceso de cosecha del maíz temprano, que cubre 86.900 hectáreas, por lo que se logró un avance intersemanal de apenas 1 punto, con lo cual se llegó al 78% de la superficie sembrada. En este caso, los resultados obtenidos no variaron y siguieron siendo de muy bajos a bajos, especialmente en los departamentos 9 de Julio, General Obligado, Vera y norte de San Javier, con mínimos de entre 6 y 12 quintales por hectárea, máximos de entre 20 y 25 quintales, y lotes puntuales de 50 a 56 quintales.

Más pérdidas

En el centro sur de la provincia y el resto de la zona núcleo la situación es un poco más complicada. La Guía Estratégica para el Agro (GEA) actualizó la estimación de pérdidas por el golpe de calor y la súper sequía: el rinde promedio de la soja de primera cayó de 20 a 15 qq/ha, y el del maíz tardío, de 48 a 27 qq/ha. La foto actual de los márgenes versus la de un mes atrás muestra que las pérdidas treparon un 30% en soja de 1ra y un 50% en maíz tardío. Son u$s 190 dólares y u$s 330 adicionales, respectivamente.

“En campo alquilado, hace un mes atrás, con 20 quintales por hectárea de soja de primera que se esperaban como promedio en la región núcleo, la foto de márgenes indicaba una pérdida de 635 u$s/ha, tras los efectos de la última ola de calor, la super sequía y un recorte de 5 qq/ha, la foto actual refleja un pérdida de 823 u$s/ha”, señalan desde el servicio de estimaciones agrícolas de la Bolsa de Comercio.

En campo propio, la misma comparación muestra que se pasó de un ingreso de u$s 104 por hectárea a asumir una pérdida de u$s 88 por hectárea. En maíz tardío, el calor descontó 17 qq/ha. Las pérdidas pasaron de 681 uSs/ha a 1.007 u$s/ha, respectivamente.

La Bolsa de Cereales de Buenos Aires señaló que los rendimientos reportados durante la recolección de soja y maíz están por debajo de los mínimos de las últimas cinco campañas. “De continuar con dicha tendencia, la actual estimación de producción de 25 millones de toneladas podría registrar un nuevo recorte”, advirtieron.

Dólar agro

Para paliar los efectos de la sequía en su bolsillo y el de los productores afectados por la sequía, el gobierno lanzó en la última semana una nueva edición del dólar soja. Permitirá liquidar exportaciones a un tipo de cambio de $300 al complejo sojero pero también, en esta ocasión, a unas 30 economías regionales. Comenzará a regir este lunes y, en el primer caso, estará vigente hasta el 31 de mayo. En el segundo, hasta el 30 de agosto.

El gobierno espera recaudar u$s 9 mil millones por ambas vías durante este año, y además va por otros u$s 3.700 millones que corresponden a lo que el ministro de Economía, Sergio Massa, denunció como el monto de exportaciones no liquidadas por un centenar de empresas, a las que amenazó con suspenderles el Cuit.

El secretario de Agricultura, Juan José Bahillo, señaló que 69.000 productores podrán beneficiarse con los excedentes de este tipo de cambio diferencial para afrontar la nueva campaña. El Palacio de Hacienda también dispuso la automaticidad en la aplicación de alivios fiscales y financieros para los afectados por las inclemencias climáticas.

Márgenes ajustados

Los economistas de la Fundación Mediterránea Juan Manuel Garzón y Franco Artusso calcularon que a un productor propietario de zona núcleo que en esta campaña logra rindes un 40-60% por debajo de los normales, el dólar soja le genera una mejora en el margen neto en torno a los u$s 100 por hectárea. Aquellos con rindes entre 70% y 90% por debajo de los normales, les reduce las pérdidas entre u$s 30 y u$s 87 por hectárea.

En cambio, un arrendatario con rendimientos normales dispuesto a vender su producción entre marzo-agosto 2023 al tipo de cambio oficial podía aspirar a un margen neto de u$s 153 por hectárea. Con el nuevotipo de cambio la cifra mejora a u$s 319 por hectárea, vendiendo toda la soja en abril.

“A diferencia de lo que no sucedía en el caso del productor propietario, cuando el arrendatario pierde toda su cosecha, el dólar soja le incrementa la pérdida”, aclararon. Esto se debe a que “la práctica habitual en el mercado es fijar el costo del arrendamiento en quintales de soja”.

Clima de inversión

Aun con estos incentivos, la parada es difícil. Según la última encuesta realizada por los grupos Crea, un 95% de los empresarios agrícolas CREA manifestó haber experimentado en los últimos cuatro meses daños por sequía, mientras que otro 45% y 7% señaló que registró pérdidas productivas por heladas y granizo respectivamente. En ese marco, un 53% manifestó que no está considerando realizar inversiones en el presente año, mientras que otro 28% planificó obras de mantenimiento y/o reposición de infraestructura que resultan críticas para el desarrollo de la actividad.

Clima posta

Esto a pesar de que el clima, meteorológicamente hablando, presenta un panorama alentador. Según el informe, con un promedio de 90 mm, las lluvias de marzo de la región se acercaron la media estadística. De acuerdo al doctor José Luis Aiello, en otoño e invierno las precipitaciones “se acercarán a los valores estadísticamente normales”.

El consultor Elorriaga agrega: “Esa normalidad posibilitará un tránsito más holgado hacia una primavera en la cual las probabilidades de ocurrencia de un Niño ascienden a un 65%”. Con estos datos, los productores hacen números para ir por la revancha. (fuente AgroClave)