El Consorcio de Frigoríficos Exportadores de Carnes Argentinas ABC publicó su informe mensual de faena bovina, en base a datos proporcionados por la Dirección Nacional de Control Comercial Agropecuario (DNCCA).
En abril, fueron 1,041 millones las cabezas bovinas faenadas, un 9% menos que en marzo y un 5% por debajo de abril del año pasado.
Sin embargo, el titular del Consorcio ABC, Mario Ravettino, destacó que “al considerar el número de días hábiles, se advierte que la faena se ha mantenido estable, ligeramente por encima de los dos primeros meses de 2022”.
Eso no quita que la actividad de los frigoríficos permanece en su nivel más bajo desde 2017: en cuatro meses se sacrificaron 4,18 millones de cabezas, un 2% menos que en 2021.
Vacas de exportación
Según la visión del Consorcio ABC, que la caída de la faena se haya al menos detenido o enlentecido se debe a que en abril la participación de las hembras en la faena creció al 47%, cuando en el primer trimestre había oscilado el 45%.
Lo importante es que no son vaquillonas con capacidad productiva: “El incremento se concentró en vacas y dentro de estas de las más añosas, con 8 o más dientes, una tendencia que fue estimulada por la excepción para las exportaciones de Vaca D y E”, indicó la entidad.
De hecho, el nivel de faena de vacas de abril fue el más alto desde mayo del año pasado, antes de que comenzaran las restricciones a las exportaciones de carne, que fueron flexibilizadas a comienzos de 2022, precisamente con la liberación de la categoría de Vaca D y E.
Más peso de faena
En tanto, otro aspecto a destacar es que, si bien la faena medida en cabezas se redujo 2% en el primer cuatrimestre, la producción de carnes total fue de 959.000 toneladas peso res, una cifra prácticamente igual a la del mismo período de 2021.
Esto ocurrió gracias a que siguió mejorando el peso de faena: el año pasado, se cerró con un promedio de 228 kilos por animal, dos kilos por encima de 2020. Y en los primeros cuatro meses del corriente ejercicio se llegó a un nivel de 229 kilos.
Eso ayudó también a mejorar el consumo aparente, que se ubica en un promedio de 48 kilos por habitante por año, un 2% por encima del año pasado. (fuente Infocampo)