Los rolos apuran el final de los cultivos de servicios

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Los rolos se han convertido en una alternativa para apurar la fase de secado de los cultivos de servicios.

Si bien el secado con un herbicida sería lo más común para los productores, los elevados costos de los agroquímicos sumados a los problemas ambientales y menos dependientes de agroquímicos impulsan la necesidad de encontrar alternativas más sustentables que contemplen estos aspectos.

En consecuencia, el rolado es una alternativa viable en los sistemas agrícolas en siembra directa porque con el implemento, el residuo se deposita uniformemente sobre la superficie del suelo.

Los residuos de gramíneas persisten durante un largo período, mejorando la supresión de malezas, la retención de humedad y la conservación del suelo.

La función del rolo no es cortar ni arrancar, sino mellar los tallos de las coberturas, minimizando los riesgos de rebrote.

Se debe tener en cuenta la etapa fenológica del cultivo de cobertura para realizar el secado mecánico. En el caso de gramíneas se debe realizar en antesis, y en vicia villosa en estado de floración cuando se visualizan las primeras vainas.

Características

Si bien existen varios tipos de rolos, en general constan de un cilindro de 30 a 60 centímetros de diámetro.

Al cilindro se le abulonan helicoidalmente o en forma recta, las cuchillas de 8 a 10 centímetros de alto y sin filo.

Estas son las encargadas de dañar el tejido vascular de las plantas y provocar el secado de las mismas.

En general, éstos equipos están diseñados para ser lastrados con agua y con ello se consigue mayor peso en caso de ser necesario.

El peso es un factor importante, ya que incide en el costo y en la eficiencia de trabajo del rolo.

Indicadores

Las escasas precipitaciones y la condición hídrica de esta campaña hacen que la fecha de secado de los cultivos de servicios y el costo hídrico sobre el cultivo sucesor sean parámetros claves en el manejo de los mismos.

La decisión del momento de supresión del cultivo de servicios dependerá de las limitaciones hídricas de la campaña y de las fechas de siembra de los cultivos de verano en cada región.

En años secos, el reto está en producir buenos volúmenes de materia seca sin secar el perfil.

En estos casos, la recomendación suele ser interrumpir el cultivo de servicios anticipadamente, para evitar que llegue a las etapas reproductivas donde la extracción de agua es mayor.

Para dar una idea de consumos: en un año seco un cultivo de servicios versus un barbecho consume unos 50-60 mm más que en años normales.

Pero si se logran capturar algunas lluvias posteriores al secado, se puede recuperar fácilmente el perfil sin tener un impacto hídrico negativo en los cultivos de renta. (fuente MAQUINAC)