El ingeniero agrónomo Alberto Chessa, especialista en mejoramiento de sorgo, afirmó que el sorgo granífero es agronómicamente perfecto, pero lamentó que el único problema que tiene, para ser elegido e incorporado al sistema sustentable de producción, es el mercado.
Informó que actualmente, con los híbridos de calidad que existen a disposición de los productores en la Argentina, el mercado de su utilización está aumentando, haciendo realidad la rentabilidad positiva para quien cultive sorgo granífero.
Por lo tanto, el especialista realizó un informe sobre el cultivo de sorgo granífero, donde entre otras cuestiones, destacó por sus características, las cualidades agronómicas y de calidad alimenticia de esta importante gramínea, fundamental en la rotación para la sustentabilidad de los sistemas de producción agrícola.
Rendimiento y calidad con menos agua
Originario de África, el cultivo de sorgo granífero es agronómicamente perfecto, ya que está preparado, naturalmente, para expresar su capacidad de rendimiento, consumiendo mucho menos agua que los otros cereales de verano.
Asimismo, está provisto de un mecanismo de latencia que le permite suspender su crecimiento, en condiciones de sequía y alta temperatura, para reanudarlo una vez que el agua se hace presente, siendo muy raro encontrar cultivos de sorgo granífero que no nos permitan cosechar sus valiosos granos.
A través del mejoramiento genético, hemos logrado obtener híbridos tolerantes a las enfermedades y plagas posibles de encontrar en toda la región agrícola argentina.
También se confirió una calidad nutritiva que le permitirá, en caso de ser necesario, reemplazar al maíz en la alimentación animal, humana y procesos industriales, atendiendo a las diferentes zonas productivas de Argentina, y a los mercados externos presentes o futuros.
Alimentación animal y humana, apto para celíacos
Si bien a nivel local el destino del sorgo granífero siempre fue la alimentación animal como reemplazante del maíz, en el mundo alrededor del 40% de su producción se destina a la alimentación humana.
Tiene un potencial enorme como participante en la producción de alimentos y bebidas para el ser humano, galletitas, pastas, sorgos inflados, aperitivos y embutidos, entre otros productos, hoy están siendo elaborados a partir de este grano.
Además, por no tener las proteínas que genera el gluten, es apto para el consumo también de celíacos. Por ejemplo, al ser usado el grits de sorgo en la cerveza, ya existen cervezas exclusivamente elaboradas con sorgo, que también pueden consumir quienes no toleran las proteínas que poseen las cebadas, el trigo, la avena y el centeno.
Híbridos blancos para calidad justa y salud humana
La incorporación al mercado de los híbridos de color blanco, sin taninos condensados, de planta color canela, ha permitido obtener la calidad justa y deseada para la elaboración de los alimentos mencionados.
La harina que se obtiene con estos sorgos blancos (calidad N°1 Food Grade), cuyas plantas no poseen pigmentos antociánicos al igual que la del maíz, es elegida porque no imparte colores inusuales a los alimentos, y tampoco transmite sabores fuertes por su neutralidad, logrando así ser preferida a la obtenida con el maíz.
Dentro de las ventajas apreciables en relación a la salud humana, el grano de sorgo ofrece alto contenido en fibra insoluble y, siendo sus proteínas y almidón de más lenta digestión comparados con la de otros granos, es muy bueno para la alimentación de los diabéticos.
Ácidos fenólicos, flavonoides y taninos condensados
Asimismo, el grano de sorgo granífero es una buena fuente de compuestos fenólicos con una variedad de tipos y niveles, dependientes de la genética, que incluyen ácidos fenólicos, flavonoides y taninos condensados.
En general los compuestos fenólicos juegan un papel importante en el metabolismo de las plantas, protegiéndolas contra el estrés ambiental.
Los flavonoides, presentes en el grano, poseen propiedades benéficas para la salud, actuando como antioxidantes, siendo utilizados como nutracéuticos y en la producción de alimentos funcionales, y también como potenciales colorantes naturales de alimentos.
Los taninos condensados solamente se encuentran presentes en los sorgos “marrones”, pero también existen de coloración rojiza ó blanco oscura.
Estos taninos no causan problemas de toxicidad a los animales que consumen su grano, pero afectan la eficiencia de alimentación y conversión, pudiendo haber una disminución hasta del 30% en la producción, al compararlo con aquellos animales que consumen la misma cantidad de granos pero sin taninos condensados.
En el caso de moler esos granos taninosos, las harinas tendrán sabores y colores no deseados que no harán posible considerar su participación en la mayoría de los productos alimenticios de consumo humano.
Además, por estas características se le llaman a estos sorgos taninosos “antipájaros”, por lo amargo que les resulta a las aves consumirlo.
Sin taninos para exportación e industria local
Teniendo en cuenta que la calidad nutritiva máxima se encuentra en los sorgos graníferos sin taninos condensados, logrando gran diferencia en la conversión en relación a los con taninos, si vamos a cultivar sorgos para la exportación o destinos industriales locales, debemos elegir sin taninos.
Otra característica desde el punto de vista económico y ambiental es el que el grano de sorgo granífero sin taninos, posee más fósforo que el de maíz, mejorando en comparación su ventaja económica en las dietas porcinas.
Asimismo, como la grasa del grano de sorgo tiene menos ácidos grasos insaturados que la del maíz, los porcinos alimentados con sorgo tienen una grasa más firme y un índice de yodo más bajo que la de los alimentados con maíz.
Muchos emprendimientos industriales de alimentos y bebidas no comienzan en Argentina, ya que no pueden asegurar el volumen necesario de estos granos de calidad. Lo mismo sucede con compradores a nivel mundial, perdiendo nuestro país varios destinos de exportación.
“Por lo tanto, si los productores argentinos vuelcan sus esfuerzos a cultivar los sorgos de calidad, tendremos una ampliación del mercado de uso del sorgo granífero a nivel local e internacional”, afirma el ingeniero Chessa. (fuente El ABC Rural)